Estos son conceptos que siempre hemos escuchado, en este artículo los vamos a abordar de una forma diferente, aplicándolos a las resoluciones de conflictos. Sobre todo en el contexto actual donde la ansiedad y angustia son cada día más comunes.
Ambos conceptos los podemos relacionar con realizar acciones con el fin de despejarnos de la realidad un momento.
¿Cúal es la diferencia?
Cuando realizamos acciones para evitar pensar, estamos evadiendo. Pero si ya tenemos nuestro conflicto identificado y hacemos estas acciones para despejarnos estamos distrayéndonos.
Es importante entender que todos tenemos diferentes formas de enfrentarlos.
Algunos son introvertidos, otros extrovertidos, etc.
Si bien, los conflictos son un tema bastante amplio, incluyendo las formas de abordarlos, son parte del diario vivir y lo más importante es aceptarlos…
Muchas veces tenemos condicionamientos inconscientes por los cuales bloqueamos o negamos que algo nos puede estar afectando. Llevando esto al día a día, comenzamos a evadir sin aceptar lo que nos genera. Por ejemplo: si es algo de nuestra casa, salimos lo más que podamos. Si es relacionado con una persona la evitamos.
¿Quién no ha pasado por alguna situación similar?, pero, ¿Cuál es el problema?
Es que al evadir solo estamos generando barreras para enfrentar, pensamos que así desaparecerá pero ocurre todo lo contrario, este problema saldrá si o si, o comenzará a afectarnos en otros ámbitos de nuestra vida sin darnos cuenta.
A veces asusta hacer frente a las emociones que nos llegan a generar las circunstancias, aún así es necesario
El alivio de la distracción
Hay diferentes tipos de conflictos, algunos dependen de nosotros, otros escapan de nuestro control.
Algo muy común es rumiar, es decir, focalizar nuestros pensamientos en elementos que nos causan estrés o malestar.
Le damos un montón de vueltas a estas ideas, que luego se transforman en pensamientos autodestructivos .
Aquí es donde utilizamos el concepto de distraer.
Si bien nuestros conflictos estan presentes, los tenemos identificados, no es necesario tener toda nuestra atención centrada en estos.
Incluso al obsesionarse con estos pensamientos, perdemos el foco de nuestro problema, y la intención de solucionarlo.
Entonces…
Nuestros problemas estan presentes gracias a la atención y el espacio que tienen en nuestra mente.
Si ya tenemos aceptadas nuestras afecciones, analizadas e ientificadas.
Es momento de cambiar de enfoque, para tener nuevas perspectivas.
Una forma efectiva de lograrlo es distraernos, no merecemos quedarnos atrapados en nuestras angustias.
Busca alguna actividad que te guste, meditación, relajación, pasatiempo, hobbie, ver series, películas, escuchar música, conversar con alguien de lo que te ocurre o de otras cosas, etc.
Suelta el tema que te aqueja por un momento, mereces estar bien.
Ya verás como escapar un rato, te hará sentir mejor y en el caso de que no lo pudieras solucionar, lo retomarás con otro punto de vista y con la importancia que corresponde, ya no exagerándola.
Y… ¿Tú evades o te distraes?.